En la actualidad todas las sociedades se están enfrentando a cambios que rápidamente están afectando en muchos aspectos, como económicos, sociales, políticos, educativos, etcétera. Gracias a las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC), se está generando un proceso de modernización y de revolución tecnológica, que muchas veces evidencia diferencias en las oportunidades para las personas, exclusión social y pobreza. En este contexto, en el que observamos un mundo cambiante y complejo se ve la necesidad de mejorar la formación de los jóvenes de hoy, preparándolos para ser capaces de resolver eficazmente situaciones a lo largo de su vida, demostrando ser independientes y capaces de enfrentarse a las exigencias del momento.
Manuel Castells, sociólogo de la Universidad de Berkeley, propone educar preferentemente en el desarrollo de competencias y valores como el objetivo fundamental, aplicando todo el aprendizaje de contenidos básicos. Afirma que la educación ideal debe lograr formar a los alumnos en tres competencias básicas:
- La capacidad de conocer o construir el conocimiento
- Una identidad bien formada para decidir con autonomía y flexibilidad de adaptación
- Valores esenciales para actuar correctamente.
De acuerdo con la 46 Conferencia Internacional de la UNESCO (2001), la orientación educativa para el siglo XXI esta basada en la formación de competencias en los alumnos y alumnas. En 1996, fue publicado el Informe Delors UNESCO, llamado "La educación encierra un tesoro" que establecía principios educativos basados en los cuatro pilares de la educación:
- Aprender a conocer (a aprender)
- Aprender a hacer
- Aprender a ser
- Aprender a convivir
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